La ansiedad es una condición emocional causada por un temor, una inquietud, preocupación o miedo. Se trata de una reacción natural ante un peligro o situación estresante, por lo que no siempre es negativo sentirla por periodos breves en momentos específicos. Sin embargo, cuando sufrimos episodios constantes de ansiedad, estos pueden afectar considerablemente nuestra salud, así como modificar nuestros hábitos y conductas. Si este es el caso, puede afirmarse que se convierte en un sentimiento destructivo que debemos combatir inmediatamente. ¿Qué podemos hacer en caso que la suframos de manera crónica?
Tipos de ansiedad
Cuando la ansiedad se presenta de forma esporádica se trata de trastornos por crisis causados por algún suceso desagradable real, probable o imaginario. Por ejemplo, quienes padecen este tipo de trastorno suelen tener miedo a morir, aunque no exista ninguna razón aparente por la que deberían sentir dicha sensación. Pueden presentarse síntomas como la sensación de ahogo, palpitaciones y temblores incontrolables.
Por otro lado, existe el trastorno de ansiedad generalizada que se caracteriza por un estado constante de ansiedad. En este caso, probablemente no existe ningún motivo adicional que detone esta sensación, puesto que se genera bajo cualquier circunstancia.
También existe el trastorno obsesivo compulsivo, también conocido como TOC. Como su nombre lo indica, se caracteriza por dos etapas entrelazadas entre sí. Por un lado, suelen presentarse conductas obsesivas como, por ejemplo, la tendencia a querer mantener todas las superficies y el entorno que rodea a la persona implacablemente limpias. Esto la lleva a desarrollar actitudes compulsivas, como es la costumbre de lavarse las manos constantemente ante cualquier posibilidad de contaminarse. El impulso compulsivo suele presentarse en diferentes grados, siendo más preocupante cuando la persona afectada se causa daño como resultado de su obsesión. Siguiendo las ideas del ejemplo antes mencionado, puede ser que se produzcan heridas e incluso que se sangre las manos constantemente por tallarlas.
Existen diferentes tipos de ansiedad, con características distintivas únicas. En cualquier caso, la asesoría adecuada de los especialistas en el tema contribuye significativamente en lograr el bienestar de quién la padece.
Cómo combatir la ansiedad
Los trastornos de ansiedad se originan por diferentes razones, pero habitualmente contribuyen negativamente algunos cambios químicos en nuestro cuerpo. Con esa idea en mente, se utilizan fármacos especializados para calmar el estado de ansiedad, junto con una terapia especialmente diseñada con dicho fin.
Sin embargo, por ningún motivo debe administrarse algún medicamento sin la debida supervisión médica. Por ejemplo, las benzodiacepinas son sustancias que alivian rápidamente los efectos negativos de la ansiedad, pero que no deben utilizarse por periodos prolongados. En caso contrario, el daño causado será mayor que el beneficio obtenido. Ahora bien, ¿cuánto tiempo puede considerarse un período prolongado? En realidad, los especialistas en trastornos de ansiedad son los indicados para establecer dicho periodo de acuerdo a las características propias de cada paciente.
Por supuesto, la intervención oportuna de los profesionales en este tema puede contribuir significativamente a combatir la ansiedad. Sin importar el grado del trastorno, es importante terminar todo el tratamiento para que sea realmente eficaz.
