Es posible que hayas pensado en ver a un psicólogo en un momento u otro. Quizás te convenciste que si esperabas un poco más, el problema podría desaparecer. O tal vez aún te estás preguntando si deberías hablar con alguien, pero no estás seguro que sea una prioridad para ti en este momento. Entonces, ¿cuándo es buen momento para acudir a un psicólogo?
Saber cuándo ver a un psicólogo puede ser un poco desafiante. Después de todo, en algún momento tendremos un mal día o pasaremos por una mala racha, pero ¿cómo saber si hablar con alguien puede ayudar? La siguiente lista describe algunas de las razones por las que puedes beneficiarte de hablar con un psicólogo. Por supuesto, estos no son los únicos momentos para buscar sus servicios, pero los siguientes datos pueden ayudarte a tomar una buena decisión.
Razones para visitar a un psicólogo.
Con todos los desafíos de la vida, es posible que tengas problemas para equilibrar todas tus responsabilidades. Es posible que estés estresado y que tengas dificultades para manejar y procesar todos tus sentimientos. También es posible que no estés lidiando con los problemas de la manera más efectiva. En este contexto, un psicólogo puede ayudarte a navegar los sentimientos de mejor manera y puede proporcionar las herramientas para manejarlos correctamente.
Por otro lado, la vida es inherentemente estresante. No puedes deshacerte de toda las presentaciones en tu vida. De hecho, un poco de estrés es bueno para ti. Pero, si tienes problemas para controlarlo, es posible que desees hablar con alguien. Estar estresado puede provocar una variedad de problemas, como estar irritable y de mal genio o volverse ineficiente y frenético. Un psicólogo puede ayudar a aprender habilidades saludables para manejar el estrés. También puede ayudar a resolver problemas para eliminar algunos aspectos estresantes de la vida.
Además, las emociones incómodas, como la ansiedad y la ira, a veces pueden ser difíciles de manejar. Y si bien es posible que tengas algunas emociones controladas, puede haber otras que parecen sacar lo mejor de ti con más frecuencia. Un psicólogo puede ayudarte a descubrir las técnicas específicas de manejo de la ira que funcionan en tu caso. También contribuyen a practicar estrategias de reducción de la ansiedad para que te sientas mejor en menos tiempo. Independientemente de las emociones con las que estés luchando, un psicólogo puede contribuir para desarrollar un plan para garantizar que las emociones no nos afecten en demasía.
Ayuda con los hábitos arraigados.
Ya sea que esté comiendo en exceso o bebiendo para relajarte, las habilidades de afrontamiento poco saludables introducirán nuevos problemas en tu vida y serán contraproducentes a largo plazo. Ten en cuenta que casi cualquier costumbre de afrontamiento puede ser poco saludable. Ver televisión, jugar videojuegos o incluso leer libros puede volverse poco saludable si los usa para evitar resolver problemas.
En este contexto, un psicólogo puede ayudar a encontrar habilidades de afrontamiento saludables que reduzcan la intensidad de las emociones incómodas, al tiempo que ayuda a enfrentar los problemas..
